Las roturas de tendón y las tendinopatías están entre las lesiones y patologías más recurrentes entre aquellos que practican deporte. En salud+deporte te hemos hablado de algunas de estas lesiones, como las tendinopatías del tendón de Aquiles o la rotura del tendón del bíceps femoral. En este artículo vamos a explicarte cómo el plasma rico en factores de crecimiento puede ayudar a la recuperación de las lesiones tendinosas. Estas lesiones están entre las más difíciles de curar por la propia naturaleza del tejido tendinoso.
Antes de nada, conviene saber que el tendón es un tejido fibroso y elástico, diferente a los demás tejidos del cuerpo humano. Está formado por agua, fibras de colágeno y elásticas, y fibroblastos o tenocitos, que se organizan en un tipo de tejido denominado mesenquimal, cuya característica básica es la de estar compuesto de una gran cantidad de matriz extracelular.
Son precisamente sus funcionalidades mecánicas las que hacen del tendón un tejido diferente: es viscoelástico y muy plástico porque se trata de una continuación histológica del músculo, que se inserta en los huesos. El tendón cruza las articulaciones para convertir un movimiento de contracción en un movimiento efectivo. Los tendones deben:
- Transmitir las fuerzas creadas por el músculo al hueso.
- Almacenar energía mecánica proveniente del trabajo muscular (energía interna) y del propio movimiento (energía externa).
- Crear condiciones favorables para optimizar la relación fuerza-velocidad de las fibras musculares.
Las características biológicas de los tendones provocan que no tengan una vascularización como la de los músculos, lo que limita su capacidad de reparación. Cuando el tendón no es capaz de regenerarse, ya sea después de un impacto repetitivo o tras lesión por traumatismo, se puede producir un efecto inflamatorio. Si se cronifica degenera en fibrosis o la aparición de neotejidos no funcionales.
Tendones y deportistas: una relación difícil
Por esta razón, las tendinopatías son lesiones difíciles de curar y con tendencia a la cronificación si no se tratan adecuadamente. Esto también les ocurre a deportistas profesionales, que por su actividad someten a algunos tendones a un sobreesfuerzo.
Por ejemplo, a lo largo de su carrera Rafael Nadal ha sufrido tendinopatías de rodilla de forma crónica, derivadas de una descompensación provocada por el uso de plantillas para proteger ciertas zonas de carga. Esta descompensación provoca que cargue demasiado peso sobre los tendones rotulianos, y que esto ocurra cada vez que frena en carrera y cambia de dirección, un gesto repetitivo en el tenis.
Otros deportistas de élite, como el futbolista Ousmane Dembelé, han sufrido de forma persistente la rotura del tendón del bíceps femoral, como te contamos en este artículo. También te contamos (en este enlace) el campeón mundial de pádel Fernando Belasteguín acabó sufriendo un desgarro del tendón del extensor radial del carpo del músculo extensor. En este caso, todo vino como consecuencia de un cambio en su mecánica de golpeo de la bola.
Otro factor de descompensación que puede acabar generando una tendinitis en el tendón de Aquiles es la pisada, derivada muchas veces de la utilización de un calzado no adecuado al pie del deportista, tal y como te contamos en este artículo. Hay que tener en cuenta que el tendón de Aquiles es el más potente de nuestro cuerpo, y llega a soportar hasta 12,5 veces nuestro peso. La mala pisada origina lesiones crónicas, que pueden acabar provocando una rotura.
Como señalaba el doctor Sergio Tejero (aquí), un problema habitual en este tipo de lesiones es que el paciente suele presentarse en la consulta del traumatólogo. “Un diagnóstico precoz en las lesiones degenerativas del tendón de Aquiles puede tener una solución más sencilla”, opina el doctor.
Plasma enriquecido para tratar tendinitis
Pues bien, la escasa capacidad de vascularización de los tendones lo convierten en un tejido frágil y con poca capacidad de regeneración en caso de rotura. Es aquí donde una terapia biológica, como la infiltración de plasma rico en factores de crecimiento, se revela muy útil, ya que estimula y facilita la regeneración, lo que permite mejorar sustancialmente la recuperación y acortar los plazos, según han demostrado varios estudios.
“La terapia biológica tiene que ser muy estudiada y concreta”, indica Jaime Rivas, del BTI Biotechnology Institute, la empresa radicada en Vitoria-Gasteiz responsable de Endoret® (PRGF®). “Ahí entra la composición y biología PRGF (acrónimo en inglés de “plasma rico en factores de crecimiento”), que van a hacer que las nuevas células se diferencien por los tenocitos, y que estos produzcan matriz extracelular con colágeno tipo uno”, señala.
Según explica Rivas, la experiencia clínica acumulada indica que Endoret PRGF se puede considerar la terapia de elección en los siguientes casos:
- Cuando ha fallado el tratamiento conservador de tendinopatías crónicas.
- Ante roturas parciales.
- Antes de la cirugía, porque puede evitar el paso por quirófano.
- Tras roturas completas que han requerido cirugía. En este caso el plasma rico en factores de crecimiento actúa como acelerador biológico de la proliferación celular.
Plasma enriquecido en tendinitis: evidencia científica
La conveniencia de aplicar Endoret PRGF en tendinitis ha sido acreditada por diversos estudios. El artículo Autologous preparations rich in growth factors promote proliferation and induce VEGF and HGF production by human tendon cells in culture (Las preparaciones autólogas ricas en factores de crecimiento promueven la proliferación e inducen la producción de VEGF y HGF por células tendinosas humanas en cultivo, que puedes consultar) señala que los resultados sugieren que la aplicación del plasma enriquecido puede ser beneficiosa para el tratamiento de lesiones tendinosas, al “inducir la proliferación celular y promover la síntesis de factores angiogénicos durante la curación”.
En este otro estudio (aquí), los autores concluyeron que el PRGF “estaba asociado con cambios histológicos consecuentes con un rápido proceso de curación acelerada en los tendones después de una lesión aguda del tendón de Aquiles en ovejas”. Por último, este otro trabajo (aquí) mostró que seis deportistas que aplicaron plasma enriquecido después de una operación quirúrgica redujeron su periodo de recuperación en siete semanas (de 22 a 15) con respecto a deportistas de edad y condición similar que habían sido sometidos a la misma operación.
Factores de crecimiento en el tratamiento de los dolores de espalda
¿Cómo se aplica el Endoret PRGF a las tendionapatías?
Jaime Rivas añade que la aplicación de plasma enriquecido puede ayudar de manera crucial a la recuperación, pero advierte que debe aplicarse en combinación con la fisioterapia para que produzca sus plenos efectos regeneradores. “La mecanotransducción es el estímulo mecánico que va a hacer que las fibras de colágeno y la matriz extracelular (la estructura) se organice correctamente”. Ocurre lo mismo con la aplicación de factores de crecimiento al dolor de espalda.
Rivas indica que el tratamiento conservador será siempre ecoguiado y matiza que, a diferencia de la aplicación del Endoret a la osteoartrosis, en el tratamiento de lesiones tendinosas se infiltra plasma no sólo en la lesión, sino también en los extremos sanos del tendón y en el paratendón. El objetivo es “movilizar las células sanas y que contribuyan también a la regeneración”.
El número de infiltraciones es variable, y suele oscilar entre una y cinco. Una vez realizada la primera, se realiza un control ecográfico que permita controlar la respuesta. Sólo en caso de una respuesta demasiado lenta se realiza una nueva infiltración.
El tratamiento con plasma rico en factores de crecimiento también ofrece excelentes resultados en la recuperación de desgarros musculares o roturas de fibras, de la rotura del cruzado de la rodilla y de la osteoartrosis, entre otras lesiones.
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