Que un deportista profesional se lesione a media temporada es una muy mala noticia. Si además, a causa de esta lesión, el jugador en cuestión deja de ser el número 1 en el ranking mundial de pádel por primera vez desde que consiguió esa posición top hace 16 años, cuando contaba solo con 22 años, la lesión todavía alcanza una mayor importancia y dimensión. No queremos extendernos en la grandeza de Fernando Belasteguín, pero sí acercarnos a la dolencia que le mantiene fuera de las pistas desde el 9 de agosto, cuando terminó el Torneo de Mijas con el tendón del codo derecho muy inflamado. Tanto, que solo podía ejecutar su demoledor revés a dos manos.
Poder cuantificar los golpes específicos de raqueta que ha podido realizar Fernando Belasteguín, o Bela, como se le conoce en el mundo del pádel, es un ejercicio astronómico. La automatización, dominio y naturalidad que imprime en sus golpes es algo que se da por hecho. Sin embargo, a pesar de esa adaptación, un leve cambio técnico ha sido el detonante de problemas físicos asociados. Bela explica que se ha lesionado tras introducir una variación que ha realizado en un gesto muy repetido en él y que le ha procurado numerosos triunfos: el smash a la verja o malla lateral.
Según detalla el propio jugador, estos cambios han consistido en un aumento del giro en la muñeca, que, desde el punto de vista biomecánico, condiciona el tono o presión con la que debe de empuñar la raqueta.
Esta variación supone un esfuerzo añadido que genera cambios a nivel de la coordinación en el brazo, y que puede llegar a fatigar incluso la musculatura de la mano contraria (1). En este smash de revés sobre el que ha aplicado leves cambios, aumentando la pronación (giro de muñeca dejando abajo el canto de la mano) lleva su brazo a la máxima extensión más supinación (poner la palma de la mano hacia arriba).
Este gesto por si sólo ya fuerza mucho la articulación del codo. Si a esto le añadimos que Bela en el 2012 sufrió otra grave lesión de osteocondritis de la cabeza radial, que también le obligó a no poder disputar algunos torneos, la situación empeora.
Hay algo que debemos aclarar en este artículo. La lesión de Bela no es la típica epicondilitis asociada al pádel, entendiendo epicondilitis lateral del codo como una rotura microscópica del tendón del extensor radial del carpo del músculo extensor, y los hallazgos microscópicos muestran tejido reparador inmaduro (hiperplasia angiofibroblástica). De una epicondilitis de este tipo se recuperan el 95% de los lesionados de forma espontánea y conservadora hasta la cicatrización del tendón 2. Se trata de una lesión típica de los jugadores aficionados como comentamos en este artículo.
Primera ley para evitar lesiones: asumir que cada deporte exige un periodo de adaptación
Bela nos comenta que “a finales del 2017 comenzó a cambiar el gesto de este remate” añadiendo más supinación, girando más y forzando más la articulación del codo para “llegar la bola a la reja, imprimiendo más ponencia, elevando más la bola”. Este gesto produje muchas microroturas a nivel del tendón. Al no parar la competición y entrenamientos, el gesto técnico llevó a degenerar la lesión, de forma progresiva, hasta el desgarro del tendón.
Existen estudios que demuestran una mayor fuerza en la acción de la flexión-supinación, con respecto a la extensión-pronación. Por lo que se deduce que posiblemente por la función primaria de llevarse el alimento a la boca para comer, se dota de más fuerza a este grupo muscular en detrimento a la acción de extensión y pronación. Y que el desarrollar la musculatura extensora y pronadora en exceso puede llevar a la lesión (3).
Es importante entender que el jugador de pádel no sólo se puede lesionar en la realización de gestos concretos del pádel, sino que también cuenta y mucho la gran variedad de ejercicios que se realizan en los entrenamientos físicos, como puede ser el caso de ejercicios con mancuernas y barras. Se ha comprobado que el ejercicio de flexión de codo con ROM completo parece inducir un mayor daño muscular que los ejercicios de ROM parcial, aunque se logró una mayor carga absoluta con ROM parcial (4).
Bela está en manos de sus recuperadores, fisioterapeutas y preparadores que, utilizando todos los adelantos de la ciencia, confían en recuperarle lo antes posible. Su esperanza es volver para poder participar en el master que pone fin a la temporada.
Un artículo de Javier de la Nuez, osteópata en Sevilla y miembro del equipo de Clínicas Beiman.
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