Puede que te haya ocurrido alguna vez. Has sufrido una lesión, la que sea, y el médico te ha dicho que deberás esperar dos meses para volver a practicar tu deporte favorito. Ese mismo día hojeas la prensa y ahí está: un futbolista, u otro deportista profesional, tiene tu misma lesión, y, en la mitad de tiempo que tú, ya está listo para volver a jugar. ¿Por qué el profesional tarda menos en recuperarse? Tres especialistas de Clínicas Beiman (un médico del deporte, un traumatólogo y un fisioterapeuta) te explican los siete factores que marcan la diferencia.

1.-La biología

“Es una pregunta que nos hacen mucho en la consulta”, admite Marco Aurelio Tora, fisioterapeuta en Clínicas Beiman. Dice Eliseo Monsalvete, especialista en Medicina de la Educación Física y el Deporte, que para el deportista amateur la sorpresa llega al comparar el plazo previsto de recuperación. Entonces, muchos se responden a sí mismos: “Es que yo no soy Cristiano Ronaldo, ni tengo su cuerpo ni su capacidad física”.

Las condiciones biológicas, físicas y muchas veces naturales para la recuperación de la lesión suelen ser mayores en un deportista profesional

Y ciertamente, la biología de un atleta de primer nivel no es comparable con la de un deportista aficionado. Sergio Tejero, médico traumatólogo de la Unidad del pie y tobillo de Clínica Beiman Sevilla, explica que “las condiciones biológicas, físicas y muchas veces naturales para la recuperación de la lesión suelen ser mayores” en un deportista profesional. “La biología posiblemente sea más potente para reparar una lesión”, abunda Tejero, especialista en patologías del tendón de Aquiles.

Sin embargo, conviene no exagerar el denominado “factor intrínseco” o biológico. Según Tejero, la mayor diferencia en los tiempos de recuperación obedece a los factores extrínsecos. Es decir, todos aquellas ventajas y mejoras que obtiene un deportista profesional por el hecho de serlo. Abordemos algunos de estos factores.

2.- Disponibilidad

Mientras que un deportista profesional lesionado dedica su jornada a recuperarse, el no profesional deberá acudir a su trabajo o, en el mejor de los casos, la pasará convaleciente. “No es lo mismo estar ocho horas en una obra e ir al fisioterapeuta a última hora de la tarde, que ir a las 9 con el fisio, luego hacer sesión de gimnasio y luego otra vez con el fisio”, ilustra Tejero.

Como explica Monsalvete, “lo importante en las primeras fases de la recuperación es la repetición”, y es el profesional quien podrá entrenar en jornadas de mañana, tarde y a veces noche.

3.- Recursos humanos a su disposición

El deportista trabajará siempre con profesionales, muchas veces de primer nivel, que estimularán adecuadamente su recuperación. “Lo primero son los medios”, comenta Marco Aurelio Toral. “El deportista amateur tiene que ir a una clínica, tirar de su médico o de un fisioterapeuta o preparador físico, y muchas veces no tiene ninguna de estas cosas o sólo una. Sin embargo, el deportista profesional tiene todo este equipo multidisciplinar a su disposición”.

4.- Conocimientos del propio deportista

Además de contar los medios, el profesional de élite suele conocer ya los procesos de recuperación. Tiene un equipo multisciplinar y sabe lo que hay que hacer.

5.- Equipamiento y tecnología

Un deportista profesional como Cristiano Ronaldo contará siempre con los mejores medios. Desde distintas superficies (piscina, tierra, césped, arena) para cada fase de la recuperación, a la última tecnología disponible, como cámaras hiperbáricas, factores de crecimiento o alter g, una máquina antigravitatoria que permite correr pese a una lesión. “Los medios de un deportista de élite no los tiene un deportista amateur”, concede Sergio Tejero.

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6.- Los objetivos del tratamiento: recuperación clásica vs recuperación funcional

A todo esto debe añadirse un elemento fundamental: los objetivos del tratamiento suelen diferir en los deportistas profesionales y los amateur. Eliseo Monsalvete explica que, tras pasar por el médico de familia o el traumatólogo, el objetivo final de un deportista aficionado que sufre una lesión suele ser curar la misma, “dejando en un segundo plano la recuperación de la capacidad funcional”. Es lo que Monsalvete llama “rehabilitación clásica”: “Reducción del hematoma/edema, mejora de la movilidad articular y curación del ligamento afecto”.

Sin embargo, no se actúa sobre la recuperación funcional del resto del cuerpo, ni suelen tenerse en cuenta los efectos que la inactividad física provoca en el sistema cardiovascular y en el aparato locomotor, “con una pérdida en la activación del patrón neuromuscular que conlleva todo movimiento”, según el especialista. Por ejemplo, la evaluación funcional de un lesionado con esguince de tobillo que ha estado inactivo más tiempo del indicado, permitirá observar “que pierde fuerza y resistencia también en la musculatura de la rodilla y en la de la cadera”, según Monsalvete.

La “recuperación funcional” no sólo busca la recuperación, sino que apuesta por una evaluación funcional justo después de producirse la lesión con el fin de no perder las capacidades

Por esta razón, los especialistas en medicina deportiva abogan por la “recuperación funcional”, que no sólo busca la recuperación, sino que apuesta por una evaluación funcional justo después de producirse la lesión con el fin de no perder las capacidades que se reducen con la inactividad física. Por ejemplo, el especialista explica que la mayoría de los esguinces de tobillo se benefician del uso inmediato, moderado y progresivo de una bicicleta estática, “siempre que especifiquemos la altura del sillín, la anulación del pedal del pie bueno, la resistencia del pedaleo, así como el tiempo y la frecuencia de la actividad”.

Con el tratamiento funcional no sólo se cura la lesión, sino que se entrenan las variables físicas que cada deportista necesita para su desempeño deportivo, “con la ventaja de que la mayoría de los aparatos para este entrenamiento funcional cuantifican una serie de variables (fuerza, resistencia, capacidad aeróbica, equilibrio, flexibilidad, etc.)”, lo que tiene un efecto estimulante en la participación del lesionado en su recuperación.

7.- La motivación

Hay, también, un factor motivacional. En el ejemplo de Cristiano Ronaldo ese rasgo es evidente, pero vale para cualquier profesional. Como recuerda Toral, la meta de un deportista es el campeonato, la medalla, el partido: “Su trabajo es levantarse a las 7 y ya piensa en recuperarse e ir al fisio. El amateur a veces siente la recuperación como una imposición”.

En la recuperación de una lesión no hay magia

En todo caso, los tres especialistas coinciden: aquí no hay magia. Si Cristiano Ronaldo se recupera antes que tú, será en parte por sus excepcionales condiciones físicas, pero sobre todo porque se dedica al deporte a tiempo completo y lo hace con los mejores medios existentes. Controla la ansiedad y piensa que es preferible volver bien a volver antes y recaer.

Néstor Cenizo

Periodista. Trabajó en las secciones de Política y Deportes de El País, y, desde hace tres años, forma parte del equipo de eldiario.es.

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