Los jugadores de la primera plantilla del FC Barcelona y Herbalife Gran Canaria tienen una altura media de 2,01 metros; los de Unicaja, de 2,00 metros. Son los tres equipos con mayor altura media de la Liga ACB, donde Youssoupha Fall, del Kirolbet Baskonia, es el jugador más alto con 2,21. El récord en la ACB lo mantiene Ralph Sampson (Unicaja, 2,24) y el de la NBA lo comparten el rumano Gheorghe Muresan y el iraní Manute Bol, con 2,31. No es ninguna novedad: los jugadores de baloncesto superan ampliamente la altura media. En este mes dedicado al baloncesto dentro de la campaña #12meses12deportes, nos hemos preguntado: ¿supone esto algún riesgo asociado de lesión?
Sergio Tejero, especialista en Traumatología y cirugía del pie, y coordinador de la Unidad de tobillo y pie en Clínicas Beiman, explica que sí. Los deportistas altos, como los jugadores de baloncesto, deben mover mucha masa para desplazarse. Hay un riesgo que se incrementa con la altura porque la energía de un posible impacto es mayor, lo que se refleja en los traumatismos tras caída o en los esguinces de tobillo, según explica el doctor Tejero.
Precisamente esta última lesión es la más frecuente entre los jugadores de baloncesto. Así lo demuestran los datos de este estudio: las lesiones de tobillo y pie entre los jugadores de la Liga ACB de la temporada 1993/94 fueron casi el 30% del total. Datos similares se contienen en el estudio de revisión dirigido por el doctor Cristóbal Rodríguez para la Asociación Española de Médicos de Baloncesto, en 1998.
Altura, peso y envergadura: escenario idóneo para la lesión del jugador de baloncesto
Mario Bárbara, fisioterapeuta del primer equipo de Unicaja Baloncesto, también nos dio un porcentaje parecido. Bárbara explicó a salud+deporte que la mayoría de las lesiones, y particularmente las de tobillo, se producen por lo pequeño del terreno de juego. El contacto es continuo y los jugadores, de gran envergadura y con pies grandes, corren el riesgo de pisar a otros y doblarse el tobillo. La altura, el peso y la envergadura son factores que dificultan los movimientos en una pista pequeña.
El doctor Tejero añade otro factor de riesgo: la altura suele venir acompañada de un peso elevado. “Tener un peso elevado, así como realizar actividades de pivotaje aumentan el riesgo de sufrir lesiones articulares”, explica el especialista de Clínicas Beiman. Así, la rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla es una lesión frecuente, especialmente entre las jugadoras. La morfología de las mujeres, que tienen una pelvis más ancha y las diferencias entre los estabilizadores de la cadera explican la mayor prevalencia de esta lesión en el baloncesto femenino, según Mario Bárbara.
Como en otros deportes de contacto, arranque y frenada y pivotaje, la práctica del baloncesto también implica un riesgo de lesión muscular. Sin embargo, tendinopatías como la tendinopatía rotuliana (rodilla del saltador) y la aquílea son más frecuentes. La razón, según explica el doctor Tejero, es el “sobreuso de estas estructuras” en un deporte como el baloncesto. Así, un deportista alto, que tiene que realizar continuos saltos para lanzar a canasta o luchar por el rebote, tiene el riesgo de sufrir una tendinopatía rotuliana.
El especialista de Clínicas Beiman da un consejo para los jugadores de baloncesto, especialmente aplicable a los más altos: “Tener las cadenas musculares flexibles, fuertes y bien equilibradas”.
Mario Bárbara añade la importancia de la concentración, que evita choques y pisadas que en un jugador de mucha altura pueden provocar esguinces y caídas: “Si el jugador está concentrado el porcentaje de lesiones es mínimo, porque no comete errores de gesto deportivo, ni tácticos de jugadas que no tiene por qué hacer, de modo que no choca con jugadores por estar donde no debe estar, ni pisa a otro”.
La altura puede ser un hándicap si va acompañada de un mayor peso, pero la clave para evitar las lesiones sigue siendo una preparación adecuada tanto física (muscular) como mental.
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