Hombros, codos y manos están especialmente expuestos en este deporte, en el que se sufren lesiones crónicas derivadas del sobreuso de la extremidad superior. Te contamos las principales lesiones del balonmano

En #12meses12deportes, dedicamos enero al balonmano y hemos preguntado a un reputado doctor por las lesiones más características de esta disciplina. El doctor Juan José Gil, especialista de Clínicas Beiman en Cirugía Ortopédica y Traumatología y experto en patología del miembro superior y nervio periférico, nos ha explicado las claves.

Nos centraremos en las lesiones del balonmano producidas en el miembro superior. Antes de relacionar las principales lesiones que afectan a los jugadores de balonmano, el doctor Gil empieza haciendo una distinción: hay lesiones agudas, que se producen durante el juego, y lesiones crónicas, producidas por el sobreuso de la extremidad después de años de práctica.

En el caso del balonmano, las lesiones del miembro superior suelen ser crónicas, mientras que las lesiones agudas se localizan habitualmente en el miembro inferior, sobre todo en la rodilla y en la región lumbar. Partiendo de este matiz, explicaremos las lesiones que afectan a los jugadores en hombros, codos y manos.

Lesiones del hombro

Las principales lesiones crónicas de miembro superior en jugadores de balonmano se producen en el hombro. Ya te hablamos en detalle de este tipo de lesiones en este artículo sobre lesiones de hombro, y de la luxación de hombro. “Es muy importante establecer si existe algún factor de riesgo asociado, porque generalmente comienzan con una manifestación de dolor crónico”, advierte el doctor, que señala que esto requiere la realización de una exploración física por un especialista: “Hay que ver si hay alguna alteración en la dinámica escapulotorácica, en el balance articular del hombro, en la fuerza de determinados grupos musculares del hombro y que ésta sea equilibrada con el resto…”.

Entre las lesiones más frecuentes que se producen en el hombro, el doctor apunta:

  • La discinesia escápulotorácica, que es una alteración de la sincronización en la articulación de la escápula con la pared torácica.
  • La pérdida de la rotación interna del hombro, que se produce en casi todos los deportes de lanzamiento.
  • Las lesiones del manguito rotador.
  • Lesiones del lábrum en la región superior de la articulación glenohumeral. Se las conoce como “lesiones SLAP”.

El tratamiento de estas lesiones suele ser conservador, con programas de readaptación y fisioterapia, especialmente en la discinesia escapulotorácica y en la limitación de la rotación interna. En cambio, aunque en las lesiones SLAP y de manguito rotador suele intentarse inicialmente un tratamiento de fisioterapia, el doctor Gil advierte de que si no es efectivo hay que recurrir a técnicas quirúrgicas. “Habitualmente hacemos reconstrucciones de este tipo de estructuras, tanto manguito rotador como de lábrum, mediante el uso de la artroscopia de hombro”.

En la mayoría de las lesiones no concurren agentes externos. No hay un oponente, ni siquiera el propio balón”, señala el doctor Gil. Estas lesiones se producen generalmente como consecuencia de gestos del propio jugador durante la práctica deportiva. “Por eso es muy importante tener una técnica muy depurada y medidas de prevención”, añade.

El doctor explica que se ha demostrado la efectividad de programas preventivos que incluyen ejercicios que incrementan la rotación interna de la articulación glenohumeral, la del hombro como tal, y que potencian la fuerza de la rotación externa y de la articulación de todos los músculos involucrados en la articulación de la escápula con el tórax.

“También se ha demostrado que es muy importante incluir ejercicios que mejoren la cadena cinética que afectan a la movilidad de todas las estructuras del tronco”, añade. Pero fundamentalmente la prevención de lesiones en el hombro debe centrarse en que el deportista tenga una fuerza “lo más balanceada posible” en los grupos musculares que intervienen en la articulación de la movilidad del hombro.

Lesiones del codo

El jugador o jugadora de balonmano también sufre lesiones crónicas de codo con relativa frecuencia. Están provocadas generalmente por el exceso de valgo de codo que se realiza cuando se hace un lanzamiento. Es decir, el eje del antebrazo se aleja de la posición normal hacia afuera. “Eso hace que el codo pueda volverse en algunos casos inestable y pueda provocar determinadas patologías”, señala el doctor. Esas patologías son:

  • Neuropatía del nervio cubital.
  • Aparición de pequeños “cuerpos libres” dentro de la articulación.
  • Inestabilidad crónica de codo.

El doctor Gil explica que, igual que ocurre con las lesiones del hombro, se puede comenzar con un tratamiento conservador. Sin embargo, en las lesiones de codo “habrá casos más rebeldes” que acabarán necesitando tratamiento quirúrgico, que en algunos supuestos podrán ser tratados por artroscopia.

En otros habrá que recurrir a cirugía abierta, con la finalidad de reconstruir las estructuras ligamentosas, tendinosas o para la liberación de algunos nervios que puedan estar afectados por el mecanismo forzado de valgo continuo que realizan este tipo de deportistas en las maniobras de lanzamiento.

Lesiones de la mano

Se trata de lesiones muy parecidas a las que sufren en la mano los jugadores de baloncesto. La razón es que en ambos deportes hay unos mecanismos similares de recepción de la pelota. Juan José Gil destaca las lesiones en tendones y ligamentos de los dedos, que dependiendo de la severidad pueden requerir reconstrucción quirúrgica.

Este tipo de lesiones, a diferencia de las de hombro y codo, pueden encuadrarse en las lesiones agudas producidas por la práctica y no por el sobreuso de años acumulados de práctica deportiva. Más concretamente, el doctor señala las siguientes lesiones:

  • Luxaciones de las articulaciones interfalángicas de los dedos o esguinces de los ligamentos si no llega a producirse la luxación de la articulación.
  • Especial importancia puede tener el esguince que se produce en el ligamento colateral cubital de la articulación metacarpofalángica del pulgar. “Es frecuente en deportes en los que el pulgar se ve sometido a estrés en la recepción de la pelota”, aclara el doctor.

Lesiones de rodilla

Por último, conviene mencionar también las lesiones del ligamento cruzado anterior de la rodilla. En ocasiones se ha señalado la incidencia superior de esta lesión entre las jugadoras de balonmano con respecto a los varones. Entre los factores que explicarían esta preponderancia están la preparación y las diferencias biomecánicas entre hombres y mujeres, cuya mayor anchura de caderas provoca una mecánica de movimiento más laxa y por tanto más proclive a provocar la lesión. Así lo explicaba el doctor Sergio Tejero en este reportaje sobre rotura del ligamento cruzado anterior.

“A veces, recuperarse de una lesión puede ser más importante que ganar un título”, Juan Antonio Vázquez ‘Chispi’, jugador profesional de balonmano

Néstor Cenizo

Periodista. Trabajó en las secciones de Política y Deportes de El País, y, desde hace tres años, forma parte del equipo de eldiario.es.

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