Profesionales del ámbito del deporte y de la cardiología han resaltado durante la celebración de las Jornadas Nacionales de la Sociedad Andaluza de Medicina del Deporte (SAMEDE), que tienen lugar este 18 y 19 de octubre en Almería, que los problemas cardiacos en deportistas no impiden la realización de ejercicio físico.
La actividad física solo está contraindicada cuando se ha producido un episodio cardíaco agudo, como puede ser un infarto o una arritmia. En estos casos, “se desaconseja la práctica deportiva durante un cierto tiempo a valorar por el especialista”, ha remarcado el cardiólogo del Hospital de Poniente Carlos Gómez Navarro.
El doctor ha precisado durante su ponencia que los pacientes con marcapasos y con desfibriladores no deberían realizar nunca deportes de contacto. Esta recomendación se extiende a las personas que sufren fibrilaciones auriculares y toman anticoagulantes.
En otras situaciones específicas, como cuando se padece una miocarditis o una pericarditis, la inflamación del miocardio o pericardio respectivamente, el cardiólogo y médico del deporte Rafael Peñafiel ha apuntado que se necesita de un tiempo aproximado de tres a seis meses para la reincorporación al ejercicio siempre y cuando las pruebas no aconsejen lo contrario.
Para evitar posibles complicaciones, los expertos han resaltado la importancia de que los deportistas se realicen un electriocardiograma antes de participar en diferentes pruebas.
El entrenamiento de fuerza y las patologías cardíacas
Encuadrado en la misma sesión, el profesor de la Universidad de Almería, Manuel Rodríguez, ha valorado la importancia del entrenamiento de fuerza para el apartado cardiovascular. Rodríguez ha detallado que este tipo de entreno mejora la salud cardiovascular y la rigidez arterial. Además, ha incidido en la trascendencia de programar los entrenamientos de fuerza en base al esfuerzo realizado por el deportista ya que puede ser beneficioso para el ámbito cardíaco.
Para finalizar, la profesora de fisioterapia de la Universidad de Málaga, Consolación Pineda, ha acercado a los presentes su experiencia como deportista con enfermedad cardiovascular. Pineda ha destacado que es muy importante la forma en la que el facultativo explica al paciente las implicaciones de la enfermedad y ha remarcado que el apartado psicológico en estos casos juega un papel fundamental.
“La enfermedad coronaria en el deportista se trata igual que en una persona normal, pero tiene otras repercusiones, especialmente en el apartado mental. Dejar de hacer deporte es algo que no puede asumir”, ha apuntado Rafael Peñafiel.
Para solucionar este y otros problemas derivados de las enfermedades cardiovasculares, los expertos se han puesto de acuerdo en que el trabajo multidisciplinar entre los profesionales es esencial.
En la primera de las sesiones de estas jornadas de SAMEDE, expertos han coincidido en que no hay ningún fármaco que pueda ofrecer tantos beneficios a las personas con enfermedades reumáticas, específicamente artritis reumatoidea, el síndrome de Sjögren o el lupus sistémico, como el ejercicio físico.
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