La creencia popular de que, cuando un deportista cae inconsciente por cualquier motivo, hay que meterle la mano en la boca lo antes posible para evitar que “se trague la lengua” está tan extendida que llega a convertirse en una práctica peligrosa para el propio deportista afectado. Una investigación internacional sobre este tema va más allá al señalar que esta práctica puede convertirse en el principal obstáculo para asistir de forma exitosa a un paciente en parada cardiorrespiratoria.
Esta investigación, publicada en la revista HeartRhythm, consiste en un análisis de 29 casos documentados en vídeo de las reacciones que se producen, por parte de compañeros y personal médico, cuando un deportista cae desplomado durante la práctica deportiva. Los vídeos abarcan el periodo comprendido entre 1990 y 2017. Los resultados son inquietantes:
- En un 65 por ciento de las grabaciones, la primera reacción fue la de tratar de impedir que el deportista “se tragara la lengua”, bien introduciendo los dedos en su boca, bien sacudiendo su cabeza o poniéndole de lado.
- Solo en un 38 por ciento de las ocasiones, esta reacción incluyó el inicio de maniobran de compresión en el pecho para la reanimación.
- Solo en dos de las ocasiones alguien hizo llegar un desfribilador al lugar de los hechos.
- Del total de casos analizados, solo el 36 por ciento de los afectados sobrevivió a este episodio.
Los autores del estudio, investigadores de universidades de Israel y Estados Unidos, sostienen que los episodios de parada cardiorrespiratorio de deportistas grabados en vídeo ofrecen un retrato preocupante de cómo los compañeros de equipo responden ante la situación de manera incorrecta. Creen que la lengua se traga y su prioridad es evitarlo. Además de poner en riesgo la integridad del afectado, pierden un tiempo esencial para iniciar la reanimación.
Los medios de comunicación contribuyen de forma habitual a la consolidación del mito
Los medios de comunicación contribuyen de forma habitual a la consolidación del mito, aunque el mensaje al respecto debe ser muy claro: la lengua no se traga en ninguno de los casos. En un caso de inconsciencia, solo podría obturar de forma parcial la faringe, por lo que es posible escuchar que el deportista desvanecido emite una especie de ronquido.
Cuando un deportista cae desplomado, no hay que meterle inmediatamente la mano en la boca para atrapar la lengua. Puede ser peligroso para el interviniente y para el afectado. Además, no tiene sentido manipular un músculo tan grande como la lengua tirando de la punta. Para liberar la vía aérea, lo más adecuado es realizar la maniobra de frente mentón, o colocar al deportista en posición lateral de seguridad. Puedes ver este proceso con detalle en este artículo.
Para aprender cómo actuar cuando un deportista cae inconsciente, revisa este vídeo o lee el artículo que dedicamos a este tema, aquí:
Cómo actuar cuando un futbolista cae inconsciente sobre el terreno de juego
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La fórmula mágica para prevenir la muerte súbita en el deporte
Muchas gracias por este artículo, lo he compartido con varias personas. Hace solo un par de semanas a causa de un choque de cabezas un compañero cayó inconsciente al césped. Tuve que ponerme muy serio con los que se empeñaban en meterle los dedos en la boca. Como decís, los medios de comunicación se han empeñado en extender este mito y mucho me temo que ha podido haber ya más de un caso en que las consecuencias hayan sido desgraciadas.
Muy útil y muy necesario, sería importante hacer circular este mensaje tanto como se ha hecho circular el mito para poder desmontarlo.