Una fractura es la rotura total o parcial de un hueso. Durante la práctica de deporte, suele deberse a caídas en mala posición o golpes fuertes. Cuando la fractura abre una herida en la piel y el hueso fracturado queda expuesto, hablamos de fractura abierta, y representa una situación de gravedad que requerirá la rápida asistencia de los servicios de emergencia.
Hasta la llegada de los especialistas, a los que debemos llamar cuanto antes, debemos tener claro qué debemos para mantener la situación con el mayor control posible y, sobre todo, qué no debemos hacer, puesto que determinadas decisiones pueden ser negativas para la salud del deportista y empeorar su situación.
Llama de forma inmediata a los servicios de emergencias
Llama a los servicios de emergencia de inmediato. Una fractura abierta representa un elevado riesgo para la salud del deportista, mientras antes pronto consigas atención médica, habrá menos probabilidades de que la lesión genere más complicaciones. Llama al número de emergencia local lo antes posible o asígnale a una persona específica que haga la llamada mientras empiezas con el tratamiento.
Cubre la herida con una gasa o venda estéril y controla el sangrado
Ante la existencia de hemorragia, recuerda que debes usar guantes si dispones de ellos, o bien de una bolsa de plástico que pueda servir para proteger tus manos.
Si dispones de apósitos estériles, úsalos para cubrir la herida y aplicar una ligera presión para detener el sangrado alrededor del hueso. Si no tienes este material a mano, puedes usar una toalla o una camiseta limpia, de forma que se reduzcan al mínimo las posibilidades de infección. Utiliza el material más limpio que encuentres.
¡No intentes alinear la extremidad!
Deja la zona afectada como está, cubierta con los vendajes o toallas aplicados. Y, sobre todo, no intentes alinear la extremidad, puesto que el hueso fracturado puede dañar aún más los tejidos.
Tampoco debes colocar hielo.
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